Ruta teatralizada en el Alcázar de Jerez

Es una fortuna que el grupo De ida y vuelta tenga una ruta teatralizada por el Alcázar de Jerez. Creo que darle un toque de humor y teatralidad es la mejor forma de transmitir los diferentes pasajes de la historia. Se trata de una visita nocturna que supera la hora y media de duración. 

Tuve la ocasión de comenzar a las nueve de la noche y tras abonar la entrada esperábamos en el patio de armas del Alcázar donde nos recibió el insigne poeta musulmán jerezano Abū que nos hizo una entretenida introducción al Alcázar de la ciudad. Sus palabras y anotaciones nos llevaron a la mezquita donde nos recibió el Al quaid de la ciudad. Al hacerlo en una mezquita nos contaron las funciones de las mezquitas, la procedencias de determinadas palabras de origen árabe y todo ello aderezado con muy buen humor. 

Seguidamente pasamos al patio donde, entre plantas y chorros de agua, pudimos disfrutar de más situaciones pintorescas entre Abu y el Al quaid; hasta que apareció en escena una joven musulmana que realizó un baile al son de la música árabe.

En los baños árabes, los tres personajes nos contaron las función social de los mismos, así como las distintas salas de las que disponía y el sistema de calderas para su climatización.

En el camino previo a la torre octogonal se establece un combate entre un caballero cristiano y el Al Quaid, momento que simboliza el paso de la ciudad a manos cristianas.

En la propia torre octogonal Doña Blanca nos cuenta las historias y leyendas que le acompañan en su vida y muerte junto a Pedro el Cruel, nos detalla los diferentes pasajes que le unen a Jerez y su trágica y enigmática muerte.

A continuación la figura de Rodrigo Ponce de León, que nos cuenta sobre Jerez y su alcazar. La construcción de la torre del homenaje y su relación con los reyes católicos entre otras personalidades de la época.

Es el Marqués de Vilavivencio quien nos cuenta que construye un palacio en la zona del alcazar donde antes había una construcción almohade, también nos ilustra sobre la construcción de un molino de aceite donde la molinera nos cuenta el proceso de fabricación.

Se trata de una visita nocturna que se realiza en dos pases las noches de los martes y los jueves de este verano por el precio popular de diez euros. Una propuesta que bien merece la pena y que recomiendo sobre todo a los amantes de la historia en general, de Jerez en particular y a los que disfrutan del buen humor.